martes, 3 de noviembre de 2009

Interesantísimo

A mediados de la década de 1980, el presidente Nicolás Ardito Barletta ofreció una recepción a periodistas nacionales en el Salón Amarillo del Palacio de las Garzas. Cuando el Presidente llegó al grupo donde estaban Carlos Cabeza Luna, César Gómez Marín, Luis Lamboglia, Leonidas Escobar y José Agustín Cajar Escala, preguntó: ¿Cómo hacen ustedes para conseguir noticias todos los días? Ahí fue cuando el maestro Cajar Escala respondió: "señor, nosotros estamos preparados para sacar polvo del mar y agua del desierto".
Así era el maestro Cajar Escala, quien en estos momentos de lucha por la defensa de la libertad de expresión, sería el primero en ir al frente de las marchas de protesta.
Él nació en la ciudad de Panamá el 6 de diciembre de 1915. En su juventud fue un inquieto dirigente estudiantil, preocupado siempre por el respeto de la soberanía panameña. Trabajó con el Ministerio de Salud como inspector de saneamiento ambiental. Esta experiencia lo llevó a conocer más de cerca las inquietudes y necesidades del campesino y a compenetrarse con los paisajes rurales que describe en sus novelas.
En 1942 Cajar Escala se ganó el premio de literatura Ricardo Miró con la novela El cabecilla. También escribió Ocho hombres y una leyenda (1952) y Maleante y otros cuentos (1966). Fue director del diario Crítica y secretario del Sindicato de Periodistas de Panamá. Cajar Escala fue maestro de generaciones de periodistas y un gran defensor de las conquistas sindicales de los trabajadores de la pluma y de los tipógrafos. Su historia sirve de ejemplo para las nuevas generaciones.

Extraido literalmente de:
http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2007/02/24/hoy/nacionales/899870.html

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