lunes, 2 de noviembre de 2009

INTRODUCCIÓN
LA FILOSOFÍA DEL DERECHO Y LOS VALORES
En este trabajo se tratará la filosofía del Derecho y los valores, sus sub-ramas, sus principales exponentes y las teorías que las describen y tratan de explicarlas.
La filosofía del derecho es una rama de la Filosofía que estudia los fundamentos filosóficos que rigen la creación y aplicación del Derecho. La filosofía del Derecho es toda aproximación al hecho jurídico, el acercamiento a un fenómeno que ha acompañado a la humanidad desde su aparición, puesto que la ley y el derecho constituyen una constante histórica que ha incidido de una manera general y constante en las gentes y en los modelos sociales y políticos.
En cuanto a la filosofía de los valores, ésta surgió entre los siglos XIX y XX con Brentano, Lessing. Según esta filosofía, el hombre se halla rodeado por un cosmos de valores que no produce él, sino que él tiene que reconocer y descubrir. Entre sus puntos principales están: El valor es el nuevo tipo de ser, los valores son objetivos, Los valores no son independientes de las cosas que son, los valores se presentan frente a un aspecto negativo, son totalmente independientes de la cantidad y puede establecerse una jerarquía entre los valores.
En este trabajo daremos a conocer temas sobre la axiología en la cual nos referimos a diferentes planteamientos filosóficos relacionados en lo esencial, al problema de los valores. Distinguiremos la importancia de la ética en la filosofía, veremos como la ética investiga la vida moral, así como los problemas de la voluntad y de la conducta humana. Y tocaremos aspectos como el problema del origen y e l problema de la esencia. También analizaremos los distintos filósofos que se destacaron que se destacaron en esta área de la filosofía, tales como: Thomas Hobbes y su filosofía política, moral; J. J. Rousseau, y Jorge Federico Hegel y su filosofía del derecho.

LA FILOSOFÍA DEL DERECHO Y LOS VALORES
LA AXIOLOGÍA
¿Qué es la axiología?
La axiología (del griego “axios” –valioso- y “logos” -estudio o tratado de los valores) o filosofía de los valores es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.
El término axiología fue utilizado por vez primera en 1906 por Wilbur Marshall Urban (filósofo del lenguaje, 1873–1952) en su trabajo Valuation: Its Nature and Laws, Being an Introduction to the General Theory of Value (Valoración: Su naturaleza y las leyes, siendo una Introducción a la Teoría General de la Relación), libro publicado en el año de 1909.
La axiología trata de los valores positivos y los negativos, analizando los principios que permiten considerar si algo es valioso o carece de valor, y tomando en cuenta los fundamentos de tal juicio.
Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos principales fundamentaciones de la Ética junto con la deontología (rama de la Ética, cuyo objeto de estudio son los fundamentos del deber y las normas morales).
La axiología encuentra una aplicación especial en el campo de la ética donde filósofos como Heinrich Rickert, Max Scheler o Nicolai Hartmann han tratado de elaborar una jerarquía de los valores.
Con el nombre “axiología” o “filosofía de los valores” se da a entender los diferentes planteamientos filosóficos que guardan relación con el problema de los valores. Entre los autores más representativos que trataron estos temas están Scheler y N. Hartmann, aunque los primero trabajos en este campo hayan realizado en Alemania.
Los problemas centrales de la axiología podemos agruparlos de la siguiente manera:
1. ¿Existen los valores en sí o sólo existen para mí?
2. ¿Pueden conocerse los valores y de qué índole es este conocimiento?
3. ¿Puede el hombre aplicar los valores en su conducta?
4. En caso de que la pregunta anterior se afirmativa ¿Es posible que de los valores dependa la voluntad humana?
Existencia de los valores
Para Scheler y N. Hartmann la pregunta ¿Existen los valores en sí o sólo existen para mí? Los valores sí existen. En efecto los valores existen y son objetivos.
Entonces, ¿En qué consiste el carácter objetivo de los valores? Desde tiempos antiguos los filósofos han admitido la existencia de objetos inmateriales que están por encima del mundo de la materia. Para Platón sería el “orden de las ideas”, Aristóteles lo llamaría el “mundo eidético”, y aún en el mundo medieval, los medievos lo llamarían el “mundo de las esencias”.
Pues bien, es a este reino que pertenecen los valores. Se trata, por lo tanto, de que los valores son “objetos ideales”, según Hartmann, al estilo de las ideas platónicas. Como resultado de lo anterior se puede decir que a los valores se le puede acceder por vía intelectual y que éstos no dependen ni del sujeto ni de las cosas. Tampoco, los valores, son inventados, ya que se les puede captar mediante una “mirada interior”. Los valores existen y su esencia no depende de que se les capte o no.
La dificultad mayor para captar la existencia del valor en sí como idea está en la costumbre de relacionar la realidad con el ser. De identificar un juicio de la realidad con un juicio de existencia, olvidando que no todo lo que es real es existente. Y por otra parte la identidad entre el idealismo y la subjetividad. De los dos, antes mencionados, malentendidos se origina el que no puedan darse los objetos ideales de conocimiento, independientes del acto epistemológico.
La realidad es la misma que la de los objetos lógicos y matemáticos; es decir, estos no surgen del acto del conocimiento. Por ejemplo, si se dice “el todo es mayor que la parte” se sabe que el argumento es válido, independientemente de que alguien lo piense o no. Otro ejemplo es el siguiente, “no debemos hacer daño a nadie”.
El carácter objetivo del valor está relacionado con las personas y las cosas. En ese sentido, los valores son relativos, puesto que todo bien por el hecho de serlo es valioso. Pero para alguien. Esta relatividad no afecta al ser del valor. Una cosa (un bien) vale para alguien (una persona) aunque esta no lo estime como tal. Es decir, el valor es relativo a las personas. El valor no deja a la persona indiferente, motiva su adhesión o negación (juicio del valor), afecta su conducta.
En cuanto a la relatividad de los valores respecto a las condiciones histórica, o condiciones concretas en que se dan los valores y su conocimiento por parte del hombre. Si no es arbitraria esta tercera perspectiva de la relatividad del valor habría que volver hacia atrás para penar como problemática la concepción eidética de los valores, independiente en su ser de la historia concreta de quienes lo realizan.
Hay una jerarquía de los valores que se manifiesta en el acto de preferir una cosa sobre otra. Esta jerarquía tiene un carácter objetivo, no depende de los actos de preferencia (los cuales varían a los largo del tiempo y según las circunstancias). Los criterios de dicha jerarquía, según Scheler, son los siguientes:
 La durabilidad: un valor es más alto, cuanto más duradero sea, en el sentido de permanente.
 La indivisibilidad: una cosa es más valiosa, si excluye la necesidad de que esta sea fraccionada.
 Nivel de fundamentación: Si un valor se fundamenta en otro, aquel que sirve de base será superior.
 La profundidad de la satisfacción que acompaña a la institución emocional del mismo: La satisfacción se entiende como “vivencia del compromiso”.
 La relatividad: en este caso se puede apreciar una escala. Los valores de lo agradable son relativos a todo ser dotado de sentimientos sensibles; los de la vida, son relativos a los seres vivientes; y aquellos tales como preferir o amar, independientes de la sensibilidad, constituyen los valores morales.
Según Max Scheler, los valores se presentan objetivamente, estructurados según dos rasgos fundamentales y exclusivos:
1. La jerarquía: cada valor hace presente en su percepción que es igual, inferior o superior a otros valores. Esta jerarquía da lugar a una escala de valores que Scheler ordena de menor a mayor en cuatro grupos:
1. Valores del agrado: dulce – amargo; destacan en acontecimientos que producen agrado, por ejemplo, los valores de lujo creador por el hombre.
2. Valores vitales: sano – enfermo; representa la antítesis entre lo noble y lo vulgar. Valores del bienestar, que se refieren al sentimiento vital, se relacionan con este grupo. Ejemplo: La salud en oposición a la enfermedad, o el esfuerzo de la vitalidad en contraste con la debilidad física.
3. Valores espirituales, estos se dividen en:
a. Estéticos: bello - feo
b. Jurídicos: justo - injusto
c. Intelectuales: verdadero – falso
4. Valores religiosos: santo – profano; Los valores superiores, según la jerarquía Aheleriana, son los religiosos, los que se dan en la antítesis entre lo santo y lo profano.
2. La polaridad: todo los valores se organizan como siendo positivos o negativos. A diferencia de las cosas que sólo son positivas.
Conocimiento de los valores
Como hay bienes, hay valores. Los valores son la condición de posibilidad de los bienes, en los bienes reside un valor. Los bienes se conocen de manera a priori. Para estimar la índole valiosa de algo es necesario que haya una pauta estimativa. Por ejemplo, ¿Cómo decir que algo es bello; sin tener un conocimiento apriorístico de la belleza?
En el caso de los valores éticos ocurre lo mismo. Todo juicio estimativo, supone un criterio estimativo. Al decir que el conocimiento es a priori ético, cuya significación es por tanto práctica. Se trata del conocimiento del valor, a partir del conocimiento del principio de acción (criterio estimativo). Su fuente no es por lo tanto la experiencia.
Una peculiaridad del a priori ético (Scheler), es el de ser de índole emocional. La a priori no es de por sí lo formal (Kant). Se da una especie de “lógica del corazón” que es a priori, emocional, órgano de la intuición de lo valioso, irreductible a lo formal. Se da por lo tanto una teoría pura del valor, diferente de la lógica pura.
Se llega al valor a través del conocimiento estimativo, o intuición del valioso, fundado en el sentimiento y preferencia, en el amor y el odio. Los actos por los cuales conocemos el valor, no son sólo actos de conocimiento, sino de sentimiento. Su carácter no es por lo general reflexivo, sino emocional, intuitivo. La intuición de los valores no es perfecta, varía con el tiempo y de un individuo a otro. Puede ampliarse o disminuirse según el grado de sensibilidad que hacia los valores haya desarrollado el individuo a través de su educación y de la cultura. La “ceguera valorativa” es el caso extremo, que podemos encontrar en una persona, un grupo o una época.

LA ÉTICA
¿Qué es la ética?
Etimológicamente hablando, la palabra ética viene del griego, ethicos, que significa costumbre, hábito. Generalmente se le identifica con la moral que viene del latín “mos” y que también significa costumbre, hábitos. Así, etimológicamente hablando la ética y la moral vendría siendo Teoría de la Costumbre.
Conceptualmente hablando, la ética es una rama de la Filosofía que investiga la vida moral, así como los problemas de la voluntad y de la conducta humana. El objeto de la ética se propone dilucidar es la moralidad positiva, es decir, “el conjunto de reglas de comportamiento y formas de vida a través de las cuales tiende el hombre a realizar el valor de lo bueno.”
Ética y moral coinciden en su objeto material, ambas tratan de los actos humanos relacionados con un ideal de moralidad. Pero se diferencian por sus objetos formales y por sus afines. El objeto de la ética es la moralidad, y el de la moral varía de acuerdo con los diferentes sistemas filosóficos.
La ética confronta dos problemas fundamentales:
 El problema del origen
 El problema de la esencia
Origen de la moral
Dentro del problema del origen de la moral, podemos afirmar que la moral puede ser de carácter autónomo o de índole heterónoma. Por autonomía, se entiende una legislación propia, legislación de uno mismo. Los pensadores que se alinean en esta dirección afirman que el fundamento de la obligatoriedad de las norma se encuentran dentro del mismo individuo. En cuanto a la moral heterónoma sus defensores afirman que la fuerza obligatoria de la moral se halla fuera y más allá de individuo, es decir que la obligatoriedad de las normas morales proviene de una voluntad extraña que puede ser el Estado o la Sociedad. Es decir, heteronimia significa legislación de otro. Que el hombre cuando actúa sujeta su conducta al premio o al castigo.
Esencia de la moral
El problema de la esencia de la moral se conoce a través de los diferentes tipos de moral que existen: Ética Empírica, Ética de Bienes, Ética Formal y Ética Valorativa.
 Ética Empírica: Sus resultados derivan de la experiencia y ésta comprende de cuatro fases el Anarquismo, El Utilitarismo, El Escepticismo y El Subjetivismo.
 Ética de Bienes o de fines: Supone que el hombre actúa en la vida en busca de un supremo bien. Este supremo bien puede ser la felicidad (eudemonía), o el placer (hedoné)
Historia de la ética
Desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la praxis. Platón elabora un completo tratado de ética política, la República. Aristóteles hace el primer tratado de ética, la Ética a Nicómaco, basada en la convicción de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Los estoicos y los epicúreos propusieron comportamientos morales basados en principios opuestos: la virtud, vivida con moderación (estoicismo), y la búsqueda del placer (epicureísmo).
Los filósofos éticos posteriores elaboraron de diversos modos estos principios, hasta la revolución de Immanuel Kant, quien rechaza la fundamentación de la ética en otra cosa que no sea imperativo moral mismo. Los filósofos idealistas desarrollaron esta moral del imperativo categórico.
La ética del siglo XX ha conocido aportes importantísimos por parte de numerosos autores: los vitalistas y existencialistas desarrollan el sentido de la opción y de la responsabilidad, Max Scheler elabora una fenomenología de los valores. Autores como Alain Badiou han intentado demostrar que esta principal tendencia (en las opiniones y en las instituciones), la cuestión de "la ética" en el siglo XX, es en realidad un "verdadero nihilismo" y "una amenazante denegación de todo pensamiento". Recientemente, y desarrollando un análisis en profundidad de los orígenes y fundamentos de la ética, han aparecido diversos estudios sobre el papel de las emociones en el desarrollo de un pensamiento ético antifundacionalista, como han indicado Richard Rorty o Jordi Vallverdú. En las últimas dos décadas, el filósofo escocés MacIntyre establece nuevas herramientas de análisis histórico-filosófico de distintas versiones rivales de la ética.
A. Ética Empírica: Sus resultados se derivan de la experiencia. Comprende cuatro fases: el Anarquismo, el Utiliatirismo, el Excepticismo y el Subjetetivismo.
 El Anarquismo Moral: se caracterizan por el repudio a toda norma y a toda ley. El derecho, los convencionalismo sociales, religión aparece como exigencias arbitrarias, nacidas de la ignorancia, la maldad o el miedo. Según los anarquistas las leyes las inventaron los débiles para defenderse de los fuertes. Defensores de esta corriente en la antigüedad fue el sofista Calicles de Atenas y en la época moderna, el filósofo alemán Federico Nietzsche.
 El Utilitarismo Moral: Los utilitaristas consideran que lo bueno es lo útil. No advierten que la utilidad es sólo un atributo de los medios en cuanto son idóneos para la consecución de un fin. Representantes de esta posición son John Stuart Mill y Jeremías Bentham.
 El Escepticismo Moral: El verdadero escéptico hemos dicho que no existe en filosofía porque al pensar en el orden teórico, no puede afirmar ni negar con certeza, y en el sentido práctico, debe ser indiferente y abstenerse de toda actividad. Defensores del escepticismo fueron Pirrón de Elis, Gorgias de Leontinos y Enesidemo.
 Subjetivismo Moral: Hacen de los valores simples apreciaciones. Para ellos no hay verdades absolutas sino relativas. Lo que hay, dicen ellos, es un relativismo moral. “El hombre es la medida de todas las cosa, de las cosas que son en tanto son, y de las cosas que no son en cuanto no son”, sostuvo uno de sus principales representantes, el sofista, Protágoras de Abdera. Esta afirmación se le conoce con el nombre del HOMO-MESURA. Que significa el hombre es la medida.
B. Ética de Bienes: Supone que el hombre actúa en la vida en busca de un fin, de un supremo bien. Ese supremo bien puede ser la felicidad (endemonia), o el placer (hedoné), la endemonia es el fin último y supremo que busca el hombre, otros ven en el hedoné la aspiración suprema del hombre. Decía Epicuro de Samos, que los placeres son placeres del cuerpo. La última formulación de la ética de bienes la constituyó el cristianismo. Esta ética ha tenido como representantes a Sócrates, Platón y Aristóteles.
C. Ética Formal: El único defensor de este tipo de moral fue el filósofo alemán Imanuel Kant. Según él, el hombre no solo debe actuar conforme el deber, sino por el deber mismo
El enunciado de Kantiano postula frente a la conducta humana, dos exigencias fundamentales: la autonomía y la universalidad. En el primero se exige de nosotros, que la máxima de nuestro comportamiento no deriva de la voluntad ajena, sino de la propia. El único tipo de moral autónoma que hay es la moral Kantiana.
D. Ética Valorativa: sustenta el punto de vista de que el valor moral no se funda en la idea del deber, como lo pretendía Kant, sino por el contrario todo deber encuentra su fundamento en un valor. La noción del valor es el concepto ético, central de esta ética. Sólo lo valioso es que debe ser. El tema de la aplicación de los valores al campo de la ética ha sido expuesto con gran elocuencia por filósofos como Marx Scheller, Nicolai Hartman y José Ortega y Gasset.

THOMAS HOBBES, SU FILOSOFÍA MORAL Y POLÍTICA
“La base de todas las sociedades grandes y duraderas ha consistido, no en la mutua voluntad que los hombres se tenían, sino en el recíproco temor.”
Thomas Hobbes
Su filosofía moral
La filosofía moral de Hobbes está directamente relacionada con su teoría psicológica, en la cual sostiene una concepción mecanicista de la motivación humana. Hobbes se opone a la noción prevaleciente en su tiempo de que la mente y el cuerpo son sustancias diferentes, y sostiene que los fenómenos mentales no son más que movimientos fisiológicos. La acuciosa naturaleza de su psicología se hace más notoria en el análisis mecanicista de las acciones voluntarias. Para él, las acciones voluntarias son una variedad de “mociones animales”, que llama esfuerzos, o predisposición a actuar de cierta manera. Los esfuerzos son iniciados mecánicamente por estímulos sensoriales, aumentados por la acción de la imaginación y de la memoria, y guiados por una valoración cuidadosa de la situación. Los tipos más importantes de esfuerzos son los deseos y las aversiones. Los deseos lo mueven a uno a perseguir ciertos objetos, y las aversiones a evitar otros. Los esfuerzos no son solamente los determinantes principales de la conducta, sino también la base de las evaluaciones.
Evaluar objetos o acciones como buenas o malas no depende, insiste Hobbes, de nada más que de los deseos y aversiones. Ningún objeto o acción es intrínsecamente buena, esto es, buena por su propia naturaleza. Más bien, la gente llama buenos a los objetos de su deseo, y malos a los objetos de su aversión. Por lo tanto, los juicios o evaluaciones son transitorios y relativos a cada individuo. Los valores son transitorios, porque el deseo por un objeto puede cambiar a la indiferencia o incluso a la aversión: lo que es bueno en una ocasión puede en otra ser éticamente neutral o incluso malo. Los valores son relativos a los individuos, porque una persona puede amar un objeto en una situación y detestarlo en otra. El mismo objeto puede ser simultáneamente bueno, malo o indiferente.
Su teoría del conocimiento y filosofía política
La obra más importante de este significativo filósofo es El Leviatán (su obra máxima), considera a la experiencia como la fuente de todo conocimiento. Se mueve dentro de la concepción nominalista y sostiene que los universales no existen ni fuera ni dentro de la mente, pues nuestras representaciones son individuales, son simples nombres, signos de las cosas. La naturaleza, tal como concibe Hobbes, es un conjunto de cuerpos dotados de extensión y figura. El movimiento tiene carácter mecánico y se reduce al desplazamiento de los cuerpos en el espacio. Consideró que los procesos psíquicos y mentales tienen su fundamento corporal y material, por eso, el alma no puede ser inmaterial. Esto lo lleva a una concepción materialista.
En el estado de Hobbes, todos los hombres son iguales y aspiran a lo mismo y cuando no logran lo que apetecen sobreviene la enemistad y la desconfianza. El uno desconfía del otro y para precaverse y no ser atacado, primero. De ahí la concepción de Hobbes, de “El hombre es el lobo del hombre”.
En el orden natural, el hombre vive en un estado de perpetua lucha, en un estado de inseguridad y zozobra, que no puede soportar por mucho tiempo. Al tratar de conseguir su seguridad, al intentar de cambiar su estado natural por una seguridad civil mediante la firma de un convenio en el cual cada uno le transfiere sus derechos al estado, el hombre se despoja de todos sus derechos y se los sede al estado que manda sin limitaciones, y en una forma absoluta. El estado se convierte así en una poderosa máquina en un monstruo que adquiere todas las libertades del individuo y frente al cual el hombre se enajena. Este es El Leviatán para Hobbes, quien decide todo, no solo la política sino también la moral y la religión. Estas ideas de Hobbes que representan la concepción autoritaria y absolutista del estado fueron recogidas por los defensores del absolutismo monárquico con el fin de perpetuarse en el poder.

JEAN JACQUES ROUSSEAU, SU FILOSOFÍA MORAL Y POLÍTICA
“Si hubiera una nación de dioses, éstos se gobernarían democráticamente; pero un gobierno tan perfecto no es adecuado para los hombres”.
Rousseau
Rousseau, pese a ser colaborador de la Enciclopedia, fue el gran disidente. En 1749, en el concurso de la Academia de Dijon sobre el tema ¿Ha contribuido al mejoramiento de las costumbres el progreso de las ciencias y de las artes?, su respuesta fue que no, puesto que las ciencias y las artes se originan en los vicios, los alimentan y son el origen de la desigualdad entre los hombres. Esta problemática fue la desencadenante de su pensamiento.
Las ideas de Rousseau se oponían abiertamente a las de la ilustración francesa puesto que desvalorizaba la cultura, la razón y la sociedad en favor del hombre en estado natural. Su valorización del sentimiento resultaba además, escandalosa. Del mismo modo, eran polémicos sus ideales políticos. Sin embargo, sus ideas tuvieron un enorme éxito y fue el ilustrado que más influyó en los futuros revolucionarios.
El pensamiento de Rousseau
Construido sobre la estructura del paso del estado natural al estado de sociedad, el pensamiento de Rousseau propone un regreso utópico al primer estado sin abandonar el segundo en tanto que abandonarlo ya no es posible.
Estado de naturaleza
El hombre 'natural' (primitivo) vivía aislado. Rousseau especula que carecía de una sociabilidad natural. A diferencia de Hobbes, tampoco cree que viviese en guerra contra todos. Introduce así la imagen del "buen salvaje", una suerte de inocencia natural (no existe el pecado original), la bondad es innata así como la igualdad absoluta. Tampoco hay moral. Pero esta condición natural, pertenece a un estado que ya no existe (quizá nunca haya existido, improbablemente vaya a existir alguna vez) pero resulta útil para reflexionar sobre la situación actual. El concepto de naturaleza sirve como punto de referencia y concepto directivo.
El paso al estado de sociedad
El hombre se vuelve menos feliz, menos libre y menos bueno. La idea del progreso es claramente atacada. Al aparecer la sociedad, el hombre comienza a perder la libertad y las desigualdades comienzan a ganar terreno cuando se establece el derecho de propiedad y la autoridad para salvaguardarlo. Entonces, la sociedad es un engaño, los hombres se unen supuestamente para defender a los débiles pero en realidad lo que hacen, es defender los intereses de los más ricos. Las diferencias son claras: ricos-pobres; poderosos-débiles; amos-esclavos. La conciencia es el único reducto incólume, aunque casi ignorado. El hombre, fuera de sí, está alienado.
Regreso a una sociedad de acuerdo a las exigencias "naturales"
El primer paso es la transformación del individuo mediante la educación. En El Emilio el niño es educado con su mentor como el "buen salvaje" reproduciendo la experiencia de Robinson (novela de 1719) descubriendo por sí mismo, lo mejor de la cultura. A través de su programa educativo utópico, Rousseau critica a la educación ilustrada.
El Contrato Social
Lo que sigue es la transformación de la sociedad. El programa del Contrato Social se basa en el establecimiento de "una forma de asociación (...) mediante la cual cada uno, al unirse a todos, no obedezca, sin embargo, más que a sí mismo y quede tan libre como antes" Rousseau
Se trata pues, de una nueva modalidad de contrato social que devuelva al hombre su estado 'natural' sin que por ello deba dejar de pertenecer a una comunidad. No es, como quiere Hobbes, un contrato entre individuos, ni de los individuos con un gobernante, como propone Locke: es un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad. Cada uno de los asociados se une a todos y a ninguno en particular.
Este pacto, crea la voluntad general que ni es arbitraria ni se confunde con las con la suma de las voluntades egoístas de las voluntades individuales de los particulares. Entonces aparece el concepto de soberanía, el soberano es la voluntad general, la cual es inalienable (no se delega, el gobierno no es sino un ejecutor de la ley que emana de la voluntad general, y puede ser siempre substituido), es indivisible (no hay división de poderes, como postulan Locke y Montesquieu.
Rousseau entiende establecer de este modo simultáneamente, la soberanía popular y la libertad individual. Porque, al hacer contrato con la comunidad, cada individuo está realizando también un contrato con sí mismo, en tanto que al obedecer a la "voluntad general", está siguiendo su propia voluntad.
El Contrato Social inspirará a los revolucionarios franceses en 1789, a la comuna de 1870 y a los comunistas del siglo XIX. Inspiró también a Jefferson (1826), autor de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América.
a. Jean Jacques Rousseau parte en su explicación del tema moral de artículos de fe, de esta manera vincula lo moral a lo religioso; esta relación se establece en el tercer artículo que se refiere a la naturaleza dual del hombre. Además, plantea la tesis que el hombre es un ser que siente antes que un ser pensante; por tanto, lo que es la base del comportamiento moral es la afectividad. Así, nacemos con un sentimiento innato de justicia (conciencia), el cual no se equivoca. La conciencia no es igual a la razón, esta es una facultad que requiere desarrollo y a diferencia de la conciencia sí puede equivocarse, cuando va contra lo que la conciencia indica hacer.
b. El hombre natural es premoral, pero dispone de una virtud natural que es la piedad, cualidad de donde dimanan todas las virtudes sociales. El hombre sale de su condición natural cuando entra en relación con los otros, esto trae la aparición de nuevos sentimientos: el amor conyugal, el amor paternal, el amor, el sentimiento de belleza y la preferencia. A medida que deja el hombre de ser natural, su sentimiento de piedad se debilita, pero no desaparece.
c. Con el surgimiento de la sociedad civil aparece la justicia, el deber y el derecho; se afirma la ley de la propiedad y la desigualdad. El género humano queda sujeto al trabajo, la servidumbre y la miseria, al dominio del amor propio.
Al principio la sociedad no acepta más que convenciones generales, se eligen superiores para defenderse contra los opresores y defender sus bienes, libertades y vidas; pero, debido a la inexperiencia y a múltiples problemas que surgen, estas primeras organizaciones devienen en la autoridad de unos pocos que terminan por dominar a los demás.
d. El pacto social tiene como objetivos: defender y proteger a los asociados y a sus bienes, pero sin esclavizarlos; para lograr esto cada asociado debe ceder sus derechos a la comunidad entera, debe poner su persona y poder bajo la dirección de la voluntad general, ser parte del todo. El pacto social establece la igualdad entre sus asociados, por convención y derecho.
e. La voluntad general es la voluntad del pueblo reunido en asamblea, es diferente a la voluntad de todos (voluntad corporativa) y a la voluntad individual, su objetivo es el bien común. Como voluntad soberana es inalienable e indivisible. Las leyes son actos que emanan de la voluntad general y son las condiciones de la asociación civil.
El gobierno es un agente intermediario entre el soberano (la voluntad general) y los súbditos, atiende las situaciones particulares. El gobierno tiende a ir contra el soberano, una consecuencia de esto es la elección de representantes, cuando esto ocurre el pueblo deja de ser libre y de ser pueblo.

FEDERICO HEGEL (Georg Wilhelm Friedrich Hegel)
“La historia es el progreso de la conciencia de la libertad”.
Federico Hegel

En el siglo XIX el filósofo alemán Hegel (1770-1831) va a hacer considerables precisiones sobre el concepto bipolar de justicia. Para Hegel en efecto, el derecho está constituido por las leyes externas al hombre, cuya objetividad, fría e impersonal debe regir por igual a todos. De modo antitético al derecho, aparece la moralidad, como algo absolutamente interior al hombre, que regula su comportamiento personal. La moralidad en principio, puede ser tan perfectamente individual que cada código moral no tenga nada en común con los restantes códigos. En el pensamiento dialectico de Hegel la síntesis de derecho y moralidad es la eticidad en donde convergen, a la vez, comunitarios o sociales y lo estrictamente individual. El reino de la eticidad representaría, a la vez, un interno ajustamiento moral – en el sentido ya apuntado- y un ajustamiento social, como el que busca el derecho. Como puede fácilmente apreciarse, esta síntesis hegeliana – que no se ha realizado nunca plenamente – es un ideal a seguir: la posibilidad de que ley y moralidad se unifiquen en una conducta ética que sea, a le vez, interno ajustamiento moral y externo ajustamiento colectivo. A la vista de esta visión panorámica, esquemática, de la justicia, pasemos a terminar, con la alguna mayor precisión, el concepto mismo de justicia como dar a cada uno lo suyo. Por supuesto, no resulta fácil determinar, al menor de un modo totalmente general, que sea dar a cada uno lo suyo. A través de la historia lo suyo de cada hombre, de cada clase, ha sido considerado de muy diversas maneras. En la época esclavista, lo suyo del esclavo era ser tratado como un objeto, que podía comprarse, venderse, incluso dársele muerte. Para una estructura capitalista, por ejemplo, lo suyo –del capital – es el derecho a la propiedad privada de los medios de producción, mientras que lo suyo del obrero es trabajar a sueldo. Por el contrario para una estructura socialista lo suyo es la propiedad comunitaria de, los medios de producción. No parece haber, pues, unanimidad, ni a lo largo de la historia, ni de un modo más intemporal y objetivo, en lo que sea lo suyo que la justicia debe dar. Situarse en esta concepción histórica- positivista de la justicia , es decir , concebir la justicia como algo cambiante a lo largo del tiempo y, en consecuencia , aceptar que lo justo es en cada caso lo que determina la ley positiva es , desde luego , una concepción excesivamente estrecha ; va en contra de todo yusnaturalismo , que acepta , por lo contrario , unas normas básicas – aunque no excesivas – de comportamiento interpersonal. Aunque sea efectivamente difícil determinar lo que sea lo suyo que la justicia debe dar , no cabe duda, sin embargo , de que hay algunas normas que determinan nuestro comportamiento para con los demás y , en este sentido, lo que es justo o injusto.
La obra de Hegel puede considerarse como la madurez filosófica y cultural de la tradición occidental. Su filosofía pasa por ser el último gran sistema filosófico, en el que confluyen prácticamente todas las filosofías anteriores. El propio Hegel interpretó así su sistema, como el estado de maduración y unidad interna de todo el pensamiento anterior a él (así lo hace en sus Lecciones sobre la historia de la filosofía).
La filosofía de Hegel se basa en la relación entre los dos conceptos fundamentales de la filosofía anterior: la Naturaleza (en la filosofía griega) y el Espíritu (en la filosofía cristiana y, a partir de Descartes, en la filosofía moderna). Hegel pretende la unidad interna y la conexión entre Naturaleza y Espíritu, de modo que pueda elaborarse una teoría unitaria, total y cerrada sobre la realidad en su totalidad. Pero para ello Hegel necesitaba revisar y superar la filosofía de Kant, que era la que había alcanzado mayor madurez pero que, en cambio, ofrecía mayores dificultades para ese proyecto de sistema filosófico unitario, cerrado y total.
El término "dialéctica" es utilizado por Hegel para comprender y expresar la situación real del mundo. En la dialéctica de Hegel queda patente, pues, una voluntad de actuación sobre una realidad escindida, contradictoria y alienaba que lucha por superar esa situación.
Puntos fundamentales de la estructura dialéctica del conocimiento:
 El conocimiento, estructuralmente, consiste en la relación sujeto-objeto, de modo que cada uno de los momentos de esta relación sólo lo es por beneficio o consideración del otro. Pero con la peculiaridad de que cada uno de ellos niega y contradice al otro, dándose entre ellos una desigualdad y desajuste (que de ser definitivos e insuperables harían imposible una plena verdad), desigualdad que impone un proceso de transformación en el que se tienda a la igualdad o identidad.
 El proceso encaminado a superar la diferencia entre objeto y sujeto tiende a la identidad de ambos. Es decir, se tiende a la reducción de uno al otro. Sólo en la identidad total que se alcanza en la total reducción es posible alcanzar uno conocimiento total y absoluto, es decir, un conocimiento que sabe la totalidad de lo real. Hegel, pretende hacer de la filosofía un sistema para llegar a un conocimiento absoluto. Sólo un conocimiento total y que sepa la totalidad de un modo absoluto merece, según Hegel, el nombre de verdadero conocimiento (él lo llama ciencia). El conocimiento dialéctico es un conocimiento absoluto; y no sólo porque llega a saber la totalidad de lo real, sino porque además sabe cada realidad particular "en relación al todo y como formando un momento del todo". Así sólo gracias al conocimiento o saber absoluto adquiere validez y sentido cada conocimiento provisional, relativo y parcial. El conocimiento dialéctico es, pues, un conocimiento absoluto. Esta tesis epistemológica está conectada estrechamente con la tesis ontológica de que lo verdadero es el todo.
 En la reducción a la identidad absoluta en que se alcanza el verdadero y pleno conocimiento dialéctico tiene lugar la disolución de uno de los momentos estructurales del conocimiento en el otro. Hegel interpretará está disolución y reducción como la reconversión del objeto en el sujeto: será, pues, en el sujeto y como sujeto como se alcance la identidad absoluta. La identidad será una identidad en y del sujeto. Pero con esa reducción no sólo se cumple una reducción epistemológica (del objeto de conocimiento al sujeto de conocimiento), sino también una reducción ontológica (del ser en el pensar). Y siendo el Sujeto del saber, en último término, pensamiento, razón o idea, la reducción al sujeto, la reducción del ser al pensar, convierte la filosofía hegeliana en un idealismo absoluto. No se trata tanto de la reducción del ser al pensar, cuanto de la interpretación de lo real, del ser, como Idea o Razón: "Todo lo real es racional"; "el que lo verdadero sólo es real como sistema o el que la sustancia es esencialmente sujeto, se expresa en la representación que enuncia lo absoluto como espíritu, el concepto más elevado de todos y que pertenece a la época moderna... Sólo lo espiritual es lo real".
La dialéctica expresa, pues, tanto la contradicción del mundo existente cuanto la necesidad de superar los límites presentes en un afán de superación movido por la necesitad de una realización total y de un modo efectivo de la libertad y de la infinitud.
Pero también habíamos visto que la filosofía de Hegel estaba inserta en un marco filosófico muy preciso. En ese sentido, en cuanto expresión de la filosofía de Hegel, dialéctica significa la radical oposición de Hegel a toda interpretación fragmentaria de la realidad y del conocimiento.
El carácter dialéctico de lo real significa que cada cosa es lo que es, y sólo llega a serlo en interna relación, unión y dependencia con otras cosas y, en último término, con la totalidad de lo real.
La dialéctica de Hegel concibe la realidad como un todo, sin que ello afecte para nada a la relativa independencia de cada cosa en su singularidad.
Esta concepción se opone a la interpretación empírica de la experiencia. Frente a la supuesta autonomía de los hechos tal y como son dados en la experiencia, la estructura dialéctica de lo real acaba por mostrar que los hechos no son sino el resultado de un juego interno de relaciones que son las que, en última instancia, constituyen las cosas, a pesar de que aparentemente pueda parecer que los hechos tengan una independencia.
Pero el carácter dialéctico de lo real no sólo significa que tenga una relación interna, sino, más profundamente aún, que cada cosa sólo es lo que es en un proceso continuado. Es decir, la realidad, en cuanto dialéctica, no es fija ni determinada de una vez por siempre, sino que está en un constante proceso de transformación y cambio, cuyo motor es, a la par, tanto su interna contradicción, limitación y desajuste en relación con su exigencia e intención de totalidad, infinitud y absoluto, como la interna relación en que está con otra realidad, que aparece como su contrario.
La realidad en cuanto dialéctica está, pues, regida y movida por la contradicción, internamente relacionada y constituida como oposición de contrarios. De este modo, cada realidad particular remite a la totalidad, al todo, y sólo puede ser comprendida y explicada en relación al todo. Y, por otra parte, cada realidad, casa cosa, no es sino un momento del todo, que se constituye en el todo, pero que también queda asumida y disuelta en el todo. Según sus propias palabras, "lo verdadero es el todo".
El carácter dialéctico de la filosofía hegeliana tiene igual alcance en lo que se refiere al conocimiento o al saber ("conocimiento dialéctico" o "método dialéctico").
Para Hegel, por su propia concepción de la filosofía como "el conocimiento efectivo de lo que es en verdad", la teoría acerca de la realidad requiere indagar lo que es el conocimiento, el saber, el pensar (recuérdese que la relación ser-pensar ha sido una cuestión fundamental a lo largo de la historia de la filosofía.
Para Hegel el conocimiento tiene una estructura dialéctica. Y tiene esa estructura, en definitiva, porque la realidad es dialéctica y, por tanto, el conocimiento también es dialéctico, en cuanto que es una dimensión de lo real y en cuanto que se configura dialécticamente al manifestar adecuadamente la naturaleza dialéctica de la realidad. Pero, en verdad, las distinciones entre conocimiento y realidad, pensar y ser, etc., son, según Hegel, inadecuadas, justamente en razón del carácter dialéctico de la realidad en general y del principio hegeliano de que "lo verdadero es el todo". Lo que hay, en cualquier caso, es la relación interna y estructural entre el ser y el pensar, o, lo que es lo mismo, entre el objeto y el sujeto.

CONCLUSIÓN
Podemos concluir que la axiología es la teoría de los valores. Es una investigación de esos ideales que motivan al hombre a juzgar las cosas buenas y malas; bellas o feas; verdaderas y falsas. En la axiología y la filosofía del derecho, “bienes” y “valores” son conceptos claves. En el impreciso lenguaje corriente, ambos términos significan prácticamente lo mismo. Un bien es al que vale; es un valor.
En cuanto a la ética podemos concluir que es el estudio reflexivo crítico y sistemático de la moral, además de que analiza (de forma amplia) la conducta humana, así como los problemas de la voluntad del ser humano como persona.
Referente a Thomas Hobbes y Jean Jacques Rousseau, podemos decir que estos personajes dieron aportes significativos a la filosofía. Ambos proponían que el ser humano no es sociable por naturaleza, sino que la sociedad es fruto de un acuerdo o contrato entre las personas para evitar conflictos entre ellos. Hobbes tenía una concepción pesimista de los seres humanos; Él creía que el único impulso de estos era su propia conservación y la satisfacción de sus necesidades. En Contraste, Rousseau pensaba que el ser humano era bueno por naturaleza y tenía una piedad innata hacia sus semejantes; por lo tanto, la vida en sociedad era provocada por los cambios en su hábitat.
En cuanto a Georg Wilhelm Friedrich Hegel podemos concluir que su filosofía surge estrechamente con la situación social, cultural y filosófica de su tiempo, a la vez que es una respuesta racional a los problemas planteados por esa situación. La filosofía de Hegel supone una lucha por la falta de la libertad y de la razón. A su juicio, la situación histórico-social en que vivía estaba necesitada de una mayor libertad.

BIBLIOGRAFÍA
Libros:
1. De león de Cotes, Agnes.-Ética y Moral.-10º grado.-Editorial Ediesco.-118 p.
2. González Marín, Betzy; Osorio, Edwin; Torres Aguilar, David R.- Cívica (Bachillerato).-7.p.
Páginas web:
1. http://es.wikipedia.org/wiki/Axiolog%C3%ADa
2. http://en.wikipedia.org/wiki/Wilbur_Marshall_Urban
3. http://enciclopedia.us.es/index.php/Axiología
4. http://es.wikipedia.org/wiki/Max_Scheler
5. http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Hobbes
6. http://fce.ufm.edu/catedraticos/mpolanco/hobbesbio.htm
7. http://www.todoelderecho.com/Apuntes/Historia%20Economica/Apuntes/hegel.htm

ANEXOS
Biografía de Thomas Hobbes
Nació el 5 de abril de 1588 . Fue un filósofo inglés, cuya obra Leviatán (1651) fue el fundamento de gran parte de la filosofía política occidental.
Es el teórico por excelencia del absolutismo político.
Ha sido considerado a lo largo de la Historia del pensamiento como un filósofo de pensamientos oscuros, de hecho en el año de 1666 en Inglaterra se quemaron sus libros por considerarle ateo. Posterior a su muerte, se vuelven a quemar públicamente sus obras. En vida Hobbes tuvo dos grandes enemigos contra los que mantuvo fuertes tensiones: la Iglesia de Inglaterra y la Universidad de Oxford. La obra de Hobbes es considerada como línea de ruptura con la Edad Media y sus descripciones de la realidad de la época son brutales. Estuvo siempre en contacto con la Real Sociedad de Londres, sociedad científica fundada en 1660. Murió el 4 de diciembre de 1679.
Biografía de Jean-Jacques Rousseau
Nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. Fue un escritor, filósofo, músico. Sus ideas políticas influenciaron en la Revolución Francesa, el desarrollo de las teorías republicanas, y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y revolucionario está probablemente mejor expresada en dos de sus frases célebres, una contenida en El contrato social: “El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado”; la otra, contenida en su Emilio, o De la Educación: “El hombre es bueno por naturaleza”, de ahí su idea de la posibilidad de una educación.
Fallece de un paro cardiaco en su casa el 2 de julio de 1778.


Federico Hegel
Nace un 27 de agosto de 1770 en Alemania. Filósofo alemán recibió su formación en el Tübinger Stift (seminario de la Iglesia Protestante en Württemberg), donde trabó amistad con el futuro filósofo Friedrich Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin. Le fascinaron las obras de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant, Rousseau, así como la Revolución francesa, la cual acabó rechazando cuando ella cayó en manos del terror jacobino. Se le considera el último de los Más Grandes Metafísicos. Murió víctima de una epidemia de cólera, que hizo estragos durante el verano y el otoño de 1831, un 14 de noviembre en Berlín, Alemania.

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